
Cumplido el primer mes del lanzamiento oficial de Bre-B, nuevo sistema de pagos inmediatos impulsado por el Banco de la República, el 58 por ciento de los colombianos bancarizados ya ha hecho al menos una transacción a través de sus llaves digitales. Así lo revela el “Estudio de Adopción de Bre-B en Colombia 2025”, primero elaborado por firma Pragma, el cual ofrece una primera fotografía del comportamiento de los usuarios frente a esta herramienta que busca transformar la manera de mover dinero en el país.
El estudio, basado en una encuesta a 1.166 personas entre 18 y 65 años, muestra que Bogotá y Barranquilla lideran en adopción, seguidas de Cartagena y Bucaramanga. En cuanto al perfil de usuario, los jóvenes de 18 a 44 años y quienes cuentan con formación universitaria o de posgrado son los que más han usado el sistema. Por el contrario, los mayores de 55 años y las personas con educación primaria presentan las mayores dificultades para entenderlo y usarlo con confianza.
“Bre-B no solo representa un avance tecnológico, sino un cambio cultural en los hábitos de pago de los colombianos. El desafío más grande es humano, no técnico”, señala el informe.
En los primeros 34 días de operación de esta nueva plataforma —inició de manera oficial el 6 de octubre— registró más de 90,6 millones de operaciones, según datos del Banco de la República. En ese mismo periodo el volumen de recursos movilizado a través del sistema superó los 13,4 billones de pesos, un promedio cercano a los 147.000 pesos por cada transacción.
A la fecha Bre-B cuenta con 33 millones de personas que tienen registradas 92,5 millones de llaves, cerca de 3 por cliente. De ese volumen, unas 2,3 millones fueron registradas por personas jurídicas. El promedio de operación por clientes en estas primeras semanas es de dos.
La razón más frecuente para usar Bre-B es enviar dinero a familiares y amigos, más que realizar pagos en comercios o servicios. En promedio, los usuarios reportaron 4,4 transferencias en los últimos 15 días, con una frecuencia mayor entre los hombres jóvenes y personas de niveles socioeconómicos altos, según los datos entregados por el estudio.
La mayoría de los encuestados —ocho de cada diez— consideran que Bre-B es fácil de usar y útil. No obstante, la percepción de facilidad varía según el nivel educativo: mientras el 81 por ciento de quienes tienen posgrado lo encuentran sencillo, el porcentaje cae al 67 por ciento entre quienes solo cursaron primaria.
Otro hallazgo relevante es la fuente de información: los usuarios más jóvenes conocieron Bre-B principalmente a través de las aplicaciones o portales de sus bancos (43 por ciento), mientras que los adultos mayores se enteraron por televisión o asesores bancarios. Esto evidencia, según el estudio, la necesidad de una comunicación más integral que combine medios digitales y tradicionales.
“El estudio nos presenta una radiografía clara de la adopción de Bre-B y nos abre un horizonte prometedor: tanto los jugadores tradicionales como los nuevos actores del mercado tienen ante sí la oportunidad, y el reto, de diseñar soluciones creativas que realmente mejoren la vida de los usuarios. Bre-B puede entonces ser el impulsor de la inclusión financiera de la totalidad de los colombianos", señaló Marcos Vélez, presidente de Pragma.
Aunque la adopción es calificada como “sobresaliente”, el estudio advierte que los pensionados son el grupo que más requiere acompañamiento para entender el funcionamiento de las llaves. En general, cinco de cada diez encuestados dijeron no haber tenido dificultades, pero entre los que sí, predominan los comentarios sobre falta de claridad en el registro, errores ocasionales y temor por la seguridad de las transacciones.
La educación y la edad se perfilan como los factores más determinantes. “Debemos buscar alternativas para que Bre-B realmente sea para todos”, concluye el documento, que resalta que los usuarios con menor escolaridad perciben mayor complejidad en los pasos iniciales, como el registro de las llaves.
De hecho, Nequi y Daviplata concentran el 48 por ciento del total de llaves registradas, lo que muestra que las billeteras digitales —más que los bancos tradicionales— están jalonando la adopción, especialmente entre jóvenes y estratos bajos. En contraste, quienes usan los canales bancarios pertenecen mayoritariamente a los estratos altos y cuentan con educación universitaria o posgrado.
El estudio de Pragma también permitió elaborar un perfil de quienes están utilizando la plataforma de pagos inmediatos del Banco de la Repúblia, identificando cuatro tipos de usuarios:
El primero son los adoptantes expansivos (35 por ciento), ya convencidos del sistema, que quieren usarlo en más lugares; también están los futuristas (34 por ciento), que ven en Bre-B una infraestructura para automatizar pagos y conectar procesos; otro grupo son los críticos activos (26 por ciento), que lo usan pero desconfían de su seguridad y utilidad, mientras que los cautelosos (5 por ciento), son aquellos a quienes les cuesta entenderlo y prefieren esperar a que se masifique antes de adoptarlo.
Los investigadores subrayan que para masificar el sistema se necesitan estrategias diferenciadas: mayor confianza y seguridad para los críticos, simplificación del lenguaje para los cautelosos y nuevas funcionalidades para los más avanzados.
Los usuarios de esta plataforma esperan que en el corto plazo (seis meses) se pueda incorporar el pago servicios públicos (38 por ciento), solicitar pagos a otras personas (35 por ciento), retirar dinero en cajeros (35 por ciento) y pagar en tiendas físicas o plataformas de comercio electrónico (32 y 33 por ciento, respectivamente).
En cuanto a mejoras, el 35 por ciento de los encuestados considera fundamental tener más herramientas para gestionar y consultar las llaves, el 23 por ciento solicitó mayor seguridad y confianza, y un 10 por ciento reclamó más cobertura en comercios, especialmente en los barrios. “Muchos pequeños negocios aún no tienen llave porque les da miedo”, reconoció un participante.
El estudio concluye que los cinco factores clave para ampliar la adopción son: utilidad, facilidad, seguridad, confianza en el Banco de la República y comodidad en el registro de las llaves. El punto más débil hoy está en la confianza y en la experiencia de registro, percibida como confusa por varios usuarios.
“El siguiente paso es integrar Bre-B a las actividades cotidianas —como el pago de servicios públicos o el transporte— y acompañar al usuario en ese proceso de aprendizaje”, enfatiza el informe.
Bre-B, aún en sus primeras semanas, ya da señales de ser un avance importante en la transformación financiera del país. Pero, como lo resume el estudio, su éxito dependerá de que todos los colombianos, sin importar edad o nivel educativo, puedan entenderlo y usarlo con confianza.
“Bre-B está alineado con la tendencia Fintail, la convergencia entre el mundo de los retailers y los servicios financieros. El análisis del gran volumen transaccional de Bre-B puede servir de punto de partida para la creación de nuevos servicios financieros dirigidos a los comercios, así como a los usuarios finales”, concluyó por su parte Gregorio Patiño, consultor de tecnología y cofundador de Pragma.
Cumplido el primer mes del lanzamiento oficial de Bre-B, nuevo sistema de pagos inmediatos impulsado por el Banco de la República, el 58 por ciento de los colombianos bancarizados ya ha hecho al menos una transacción a través de sus llaves digitales. Así lo revela el “Estudio de Adopción de Bre-B en Colombia 2025”, primero elaborado por firma Pragma, el cual ofrece una primera fotografía del comportamiento de los usuarios frente a esta herramienta que busca transformar la manera de mover dinero en el país.
El estudio, basado en una encuesta a 1.166 personas entre 18 y 65 años, muestra que Bogotá y Barranquilla lideran en adopción, seguidas de Cartagena y Bucaramanga. En cuanto al perfil de usuario, los jóvenes de 18 a 44 años y quienes cuentan con formación universitaria o de posgrado son los que más han usado el sistema. Por el contrario, los mayores de 55 años y las personas con educación primaria presentan las mayores dificultades para entenderlo y usarlo con confianza.
“Bre-B no solo representa un avance tecnológico, sino un cambio cultural en los hábitos de pago de los colombianos. El desafío más grande es humano, no técnico”, señala el informe.
En los primeros 34 días de operación de esta nueva plataforma —inició de manera oficial el 6 de octubre— registró más de 90,6 millones de operaciones, según datos del Banco de la República. En ese mismo periodo el volumen de recursos movilizado a través del sistema superó los 13,4 billones de pesos, un promedio cercano a los 147.000 pesos por cada transacción.
A la fecha Bre-B cuenta con 33 millones de personas que tienen registradas 92,5 millones de llaves, cerca de 3 por cliente. De ese volumen, unas 2,3 millones fueron registradas por personas jurídicas. El promedio de operación por clientes en estas primeras semanas es de dos.
La razón más frecuente para usar Bre-B es enviar dinero a familiares y amigos, más que realizar pagos en comercios o servicios. En promedio, los usuarios reportaron 4,4 transferencias en los últimos 15 días, con una frecuencia mayor entre los hombres jóvenes y personas de niveles socioeconómicos altos, según los datos entregados por el estudio.
La mayoría de los encuestados —ocho de cada diez— consideran que Bre-B es fácil de usar y útil. No obstante, la percepción de facilidad varía según el nivel educativo: mientras el 81 por ciento de quienes tienen posgrado lo encuentran sencillo, el porcentaje cae al 67 por ciento entre quienes solo cursaron primaria.
Otro hallazgo relevante es la fuente de información: los usuarios más jóvenes conocieron Bre-B principalmente a través de las aplicaciones o portales de sus bancos (43 por ciento), mientras que los adultos mayores se enteraron por televisión o asesores bancarios. Esto evidencia, según el estudio, la necesidad de una comunicación más integral que combine medios digitales y tradicionales.
“El estudio nos presenta una radiografía clara de la adopción de Bre-B y nos abre un horizonte prometedor: tanto los jugadores tradicionales como los nuevos actores del mercado tienen ante sí la oportunidad, y el reto, de diseñar soluciones creativas que realmente mejoren la vida de los usuarios. Bre-B puede entonces ser el impulsor de la inclusión financiera de la totalidad de los colombianos", señaló Marcos Vélez, presidente de Pragma.
Aunque la adopción es calificada como “sobresaliente”, el estudio advierte que los pensionados son el grupo que más requiere acompañamiento para entender el funcionamiento de las llaves. En general, cinco de cada diez encuestados dijeron no haber tenido dificultades, pero entre los que sí, predominan los comentarios sobre falta de claridad en el registro, errores ocasionales y temor por la seguridad de las transacciones.
La educación y la edad se perfilan como los factores más determinantes. “Debemos buscar alternativas para que Bre-B realmente sea para todos”, concluye el documento, que resalta que los usuarios con menor escolaridad perciben mayor complejidad en los pasos iniciales, como el registro de las llaves.
De hecho, Nequi y Daviplata concentran el 48 por ciento del total de llaves registradas, lo que muestra que las billeteras digitales —más que los bancos tradicionales— están jalonando la adopción, especialmente entre jóvenes y estratos bajos. En contraste, quienes usan los canales bancarios pertenecen mayoritariamente a los estratos altos y cuentan con educación universitaria o posgrado.
El estudio de Pragma también permitió elaborar un perfil de quienes están utilizando la plataforma de pagos inmediatos del Banco de la Repúblia, identificando cuatro tipos de usuarios:
El primero son los adoptantes expansivos (35 por ciento), ya convencidos del sistema, que quieren usarlo en más lugares; también están los futuristas (34 por ciento), que ven en Bre-B una infraestructura para automatizar pagos y conectar procesos; otro grupo son los críticos activos (26 por ciento), que lo usan pero desconfían de su seguridad y utilidad, mientras que los cautelosos (5 por ciento), son aquellos a quienes les cuesta entenderlo y prefieren esperar a que se masifique antes de adoptarlo.
Los investigadores subrayan que para masificar el sistema se necesitan estrategias diferenciadas: mayor confianza y seguridad para los críticos, simplificación del lenguaje para los cautelosos y nuevas funcionalidades para los más avanzados.
Los usuarios de esta plataforma esperan que en el corto plazo (seis meses) se pueda incorporar el pago servicios públicos (38 por ciento), solicitar pagos a otras personas (35 por ciento), retirar dinero en cajeros (35 por ciento) y pagar en tiendas físicas o plataformas de comercio electrónico (32 y 33 por ciento, respectivamente).
En cuanto a mejoras, el 35 por ciento de los encuestados considera fundamental tener más herramientas para gestionar y consultar las llaves, el 23 por ciento solicitó mayor seguridad y confianza, y un 10 por ciento reclamó más cobertura en comercios, especialmente en los barrios. “Muchos pequeños negocios aún no tienen llave porque les da miedo”, reconoció un participante.
El estudio concluye que los cinco factores clave para ampliar la adopción son: utilidad, facilidad, seguridad, confianza en el Banco de la República y comodidad en el registro de las llaves. El punto más débil hoy está en la confianza y en la experiencia de registro, percibida como confusa por varios usuarios.
“El siguiente paso es integrar Bre-B a las actividades cotidianas —como el pago de servicios públicos o el transporte— y acompañar al usuario en ese proceso de aprendizaje”, enfatiza el informe.
Bre-B, aún en sus primeras semanas, ya da señales de ser un avance importante en la transformación financiera del país. Pero, como lo resume el estudio, su éxito dependerá de que todos los colombianos, sin importar edad o nivel educativo, puedan entenderlo y usarlo con confianza.
“Bre-B está alineado con la tendencia Fintail, la convergencia entre el mundo de los retailers y los servicios financieros. El análisis del gran volumen transaccional de Bre-B puede servir de punto de partida para la creación de nuevos servicios financieros dirigidos a los comercios, así como a los usuarios finales”, concluyó por su parte Gregorio Patiño, consultor de tecnología y cofundador de Pragma.
Cumplido el primer mes del lanzamiento oficial de Bre-B, nuevo sistema de pagos inmediatos impulsado por el Banco de la República, el 58 por ciento de los colombianos bancarizados ya ha hecho al menos una transacción a través de sus llaves digitales. Así lo revela el “Estudio de Adopción de Bre-B en Colombia 2025”, primero elaborado por firma Pragma, el cual ofrece una primera fotografía del comportamiento de los usuarios frente a esta herramienta que busca transformar la manera de mover dinero en el país.
El estudio, basado en una encuesta a 1.166 personas entre 18 y 65 años, muestra que Bogotá y Barranquilla lideran en adopción, seguidas de Cartagena y Bucaramanga. En cuanto al perfil de usuario, los jóvenes de 18 a 44 años y quienes cuentan con formación universitaria o de posgrado son los que más han usado el sistema. Por el contrario, los mayores de 55 años y las personas con educación primaria presentan las mayores dificultades para entenderlo y usarlo con confianza.
“Bre-B no solo representa un avance tecnológico, sino un cambio cultural en los hábitos de pago de los colombianos. El desafío más grande es humano, no técnico”, señala el informe.
En los primeros 34 días de operación de esta nueva plataforma —inició de manera oficial el 6 de octubre— registró más de 90,6 millones de operaciones, según datos del Banco de la República. En ese mismo periodo el volumen de recursos movilizado a través del sistema superó los 13,4 billones de pesos, un promedio cercano a los 147.000 pesos por cada transacción.
A la fecha Bre-B cuenta con 33 millones de personas que tienen registradas 92,5 millones de llaves, cerca de 3 por cliente. De ese volumen, unas 2,3 millones fueron registradas por personas jurídicas. El promedio de operación por clientes en estas primeras semanas es de dos.
La razón más frecuente para usar Bre-B es enviar dinero a familiares y amigos, más que realizar pagos en comercios o servicios. En promedio, los usuarios reportaron 4,4 transferencias en los últimos 15 días, con una frecuencia mayor entre los hombres jóvenes y personas de niveles socioeconómicos altos, según los datos entregados por el estudio.
La mayoría de los encuestados —ocho de cada diez— consideran que Bre-B es fácil de usar y útil. No obstante, la percepción de facilidad varía según el nivel educativo: mientras el 81 por ciento de quienes tienen posgrado lo encuentran sencillo, el porcentaje cae al 67 por ciento entre quienes solo cursaron primaria.
Otro hallazgo relevante es la fuente de información: los usuarios más jóvenes conocieron Bre-B principalmente a través de las aplicaciones o portales de sus bancos (43 por ciento), mientras que los adultos mayores se enteraron por televisión o asesores bancarios. Esto evidencia, según el estudio, la necesidad de una comunicación más integral que combine medios digitales y tradicionales.
“El estudio nos presenta una radiografía clara de la adopción de Bre-B y nos abre un horizonte prometedor: tanto los jugadores tradicionales como los nuevos actores del mercado tienen ante sí la oportunidad, y el reto, de diseñar soluciones creativas que realmente mejoren la vida de los usuarios. Bre-B puede entonces ser el impulsor de la inclusión financiera de la totalidad de los colombianos", señaló Marcos Vélez, presidente de Pragma.
Aunque la adopción es calificada como “sobresaliente”, el estudio advierte que los pensionados son el grupo que más requiere acompañamiento para entender el funcionamiento de las llaves. En general, cinco de cada diez encuestados dijeron no haber tenido dificultades, pero entre los que sí, predominan los comentarios sobre falta de claridad en el registro, errores ocasionales y temor por la seguridad de las transacciones.
La educación y la edad se perfilan como los factores más determinantes. “Debemos buscar alternativas para que Bre-B realmente sea para todos”, concluye el documento, que resalta que los usuarios con menor escolaridad perciben mayor complejidad en los pasos iniciales, como el registro de las llaves.
De hecho, Nequi y Daviplata concentran el 48 por ciento del total de llaves registradas, lo que muestra que las billeteras digitales —más que los bancos tradicionales— están jalonando la adopción, especialmente entre jóvenes y estratos bajos. En contraste, quienes usan los canales bancarios pertenecen mayoritariamente a los estratos altos y cuentan con educación universitaria o posgrado.
El estudio de Pragma también permitió elaborar un perfil de quienes están utilizando la plataforma de pagos inmediatos del Banco de la Repúblia, identificando cuatro tipos de usuarios:
El primero son los adoptantes expansivos (35 por ciento), ya convencidos del sistema, que quieren usarlo en más lugares; también están los futuristas (34 por ciento), que ven en Bre-B una infraestructura para automatizar pagos y conectar procesos; otro grupo son los críticos activos (26 por ciento), que lo usan pero desconfían de su seguridad y utilidad, mientras que los cautelosos (5 por ciento), son aquellos a quienes les cuesta entenderlo y prefieren esperar a que se masifique antes de adoptarlo.
Los investigadores subrayan que para masificar el sistema se necesitan estrategias diferenciadas: mayor confianza y seguridad para los críticos, simplificación del lenguaje para los cautelosos y nuevas funcionalidades para los más avanzados.
Los usuarios de esta plataforma esperan que en el corto plazo (seis meses) se pueda incorporar el pago servicios públicos (38 por ciento), solicitar pagos a otras personas (35 por ciento), retirar dinero en cajeros (35 por ciento) y pagar en tiendas físicas o plataformas de comercio electrónico (32 y 33 por ciento, respectivamente).
En cuanto a mejoras, el 35 por ciento de los encuestados considera fundamental tener más herramientas para gestionar y consultar las llaves, el 23 por ciento solicitó mayor seguridad y confianza, y un 10 por ciento reclamó más cobertura en comercios, especialmente en los barrios. “Muchos pequeños negocios aún no tienen llave porque les da miedo”, reconoció un participante.
El estudio concluye que los cinco factores clave para ampliar la adopción son: utilidad, facilidad, seguridad, confianza en el Banco de la República y comodidad en el registro de las llaves. El punto más débil hoy está en la confianza y en la experiencia de registro, percibida como confusa por varios usuarios.
“El siguiente paso es integrar Bre-B a las actividades cotidianas —como el pago de servicios públicos o el transporte— y acompañar al usuario en ese proceso de aprendizaje”, enfatiza el informe.
Bre-B, aún en sus primeras semanas, ya da señales de ser un avance importante en la transformación financiera del país. Pero, como lo resume el estudio, su éxito dependerá de que todos los colombianos, sin importar edad o nivel educativo, puedan entenderlo y usarlo con confianza.
“Bre-B está alineado con la tendencia Fintail, la convergencia entre el mundo de los retailers y los servicios financieros. El análisis del gran volumen transaccional de Bre-B puede servir de punto de partida para la creación de nuevos servicios financieros dirigidos a los comercios, así como a los usuarios finales”, concluyó por su parte Gregorio Patiño, consultor de tecnología y cofundador de Pragma.