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El 14 de agosto, Bogotá se convirtió en punto de encuentro para más de 60 líderes del ecosistema financiero y tecnológico durante el Identity Intelligence Tour [Bogotá Edition], una iniciativa de Jumio y Latam Fintech Hub.
El evento marcó un hito en la conversación sobre cómo enfrentar los nuevos desafíos del fraude digital. La premisa fue clara: ya no basta con verificar identidades de manera puntual; en la era de la inteligencia artificial, las empresas, gobiernos y plataformas necesitan avanzar hacia una inteligencia de identidad capaz de comprender, proteger y generar confianza digital desde el primer clic.
Durante la jornada, expertos de Fintechs, bancos, gremios y compañías tecnológicas compartieron perspectivas sobre la evolución del fraude, la transformación digital, la regulación para nuevos jugadores y el papel de la inteligencia artificial en la prevención de riesgos. Todo con un mismo objetivo: repensar cómo construir procesos de identidad más seguros, ágiles y sin fricciones en América Latina.
La apertura estuvo a cargo de María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, quien presentó una radiografía sobre la evolución de los pagos digitales en Colombia y los retos que aún persisten en materia de confianza y seguridad.
Quiñones destacó cómo, desde los primeros pasos con PSE y billeteras móviles como Daviplata, el país ha avanzado hacia una era de inmediatez e interoperabilidad con iniciativas como Transfiya y el próximo sistema de pagos inmediatos del Banco de la República (BRE-B). Estos avances han democratizado el dinero electrónico y abierto la puerta a una mayor inclusión financiera digital.
El diagnóstico también mostró una preferencia creciente por los pagos móviles frente al uso de tarjetas, diferenciando a Colombia de otros países de la región. Sin embargo, el efectivo sigue siendo el medio más utilizado para gastos cotidianos (69,3%), lo que refleja tanto el potencial como los desafíos para la digitalización plena.
Uno de los puntos más sensibles fue el fraude digital, en constante aumento. Según cifras de Asobancaria, los delitos informáticos relacionados con pagos en línea, suplantación y phishing han crecido de manera sostenida, afectando directamente la confianza del usuario.
Frente a esto, Quiñones planteó estrategias antifraude clave:
La conclusión fue clara: la confianza es el activo más importante en los pagos digitales. Proteger al usuario implica no solo tecnología avanzada, sino también educación, regulación efectiva y un esfuerzo conjunto entre industria, gobierno y plataformas digitales.
En su intervención, Jorge Alberto Hernández, editor de ImpactoTIC, planteó una reflexión provocadora: ¿puede la paranoia ser una virtud en un mundo hiperconectado?
Hernández explicó cómo, al igual que la violencia se ha vuelto más accesible y barata, lo mismo ha ocurrido con el fraude digital. Hoy en día, herramientas de bajo costo, kits de malware disponibles en la red e incluso la irrupción de la IA generativa (como FraudGPT) han facilitado la creación de ataques cada vez más sofisticados: desde correos de phishing y deepfakes hasta identidades sintéticas.
El periodista también advirtió sobre la deshumanización del fraude, que al realizarse a distancia pierde contacto directo con la víctima, y sobre la peligrosa normalización cultural del engaño a través del cine y los medios.
Su mensaje de cierre fue claro: frente a un entorno en el que las amenazas evolucionan constantemente, la paranoia —entendida como vigilancia activa— debe convertirse en virtud, adoptando prácticas como Zero Trust, monitoreo constante y educación ética para anticipar y contener el fraude.
Daniela Jaime Peña, directora de Asuntos Regulatorios en Colombia Fintech, compartió una visión estratégica sobre cómo avanza la regulación para neobancos, paytechs y lenders en el país, y su papel como agentes de confianza en la industria financiera. Subrayó que la digitalización de los servicios financieros ha sido posible gracias a la conectividad móvil y a la computación en la nube, lo que ha permitido que más usuarios accedan a servicios a la medida, superando barreras geográficas y mejorando la inclusión.
Uno de los puntos centrales fue el enfoque regulatorio colombiano: en lugar de crear normas aisladas para las Fintech, se ha optado por un marco regulatorio complementario, que adapta la regulación financiera vigente según los avances tecnológicos. Esto ha permitido abrir la puerta a nuevos actores, modernizar el sistema de pagos de bajo valor e impulsar iniciativas clave como las Finanzas Abiertas, sin frenar la innovación.
La experta recalcó que la confianza y la seguridad son la base del crecimiento de la industria Fintech. La protección de datos, especialmente los biométricos, se convierte en un factor crítico para reducir riesgos como el robo de identidad y generar mayor tranquilidad en los usuarios. En este sentido, destacó la evolución de la regulación en materia de tratamiento de datos personales, que busca dar claridad y equilibrio entre innovación y protección al consumidor.
Finalmente, Daniela resaltó avances clave como el Sistema de Pagos Inmediatos (Bre-B), diseñado para garantizar interoperabilidad y pagos 24/7, así como el marco de Open Finance, que busca establecer estándares para el acceso y suministro de datos financieros de manera segura. Ambos esquemas, señaló, serán fundamentales para fortalecer la inclusión financiera, dinamizar la competencia y consolidar a las Fintech como aliados de confianza en el ecosistema digital.
Samer Atassi, vicepresidente para América Latina de Jumio, presentó la conferencia “De la verificación de identidad a la inteligencia de identidad”, donde expuso cómo el auge de la inteligencia artificial generativa ha transformado los retos de seguridad digital. Mostró con ejemplos el crecimiento de los deepfakes, las identidades sintéticas y los ataques de inyección, fenómenos que hoy representan amenazas reales para la industria financiera y que, de acuerdo con estimaciones de Deloitte, podrían generar pérdidas globales de hasta 40 mil millones de dólares en 2027.
Durante su intervención, Atassi explicó que los vectores de fraude se han vuelto cada vez más sofisticados: desde la manipulación de imágenes y firmas digitales hasta ataques basados en morfología facial o en el abuso de dispositivos. Lo más preocupante es que la creación de deepfakes es cada vez más accesible gracias a aplicaciones y software de edición disponibles públicamente, lo que aumenta la urgencia de evolucionar en los mecanismos de protección.
Frente a este panorama, señaló que la verificación de identidad tradicional ya no es suficiente. Los controles únicos deben dar paso a modelos conectados, continuos e inteligentes, que integren múltiples capas de seguridad como la biometría multimodal, la verificación de dispositivos y el análisis de señales de riesgo interconectadas. Casos reales expuestos por Jumio demostraron cómo los estafadores reutilizan dispositivos en múltiples identidades sintéticas o robadas, y cómo la detección temprana basada en inteligencia de identidad puede frenar fraudes masivos.
Finalmente, Atassi resaltó que el futuro de la identidad pasa por la inteligencia de identidad: un enfoque de 360 grados que no solo verifica, sino que monitorea de forma proactiva a los usuarios a lo largo de todo el ciclo de relación. Con millones de identidades conocidas, billones de transacciones procesadas y la integración de señales de riesgo con inteligencia artificial, Jumio busca construir un ecosistema digital de confianza, donde seguridad y experiencia del usuario puedan convivir sin fricciones.
El panel sobre fraude en pagos inmediatos, e-commerce y Open Finance reunió a líderes de distintas verticales del ecosistema financiero y digital en la región. Cada uno, desde su experiencia y rol, ofreció una mirada complementaria sobre los retos que enfrentan las instituciones y empresas en un entorno donde la inmediatez en las transacciones requiere de estrategias más sofisticadas de prevención y confianza.
Marco Toschi, Head de Mercado Pago Colombia en Mercado Libre, compartió la visión de la compañía sobre cómo proteger al usuario final en el comercio electrónico, un sector donde el fraude evoluciona al mismo ritmo que la digitalización del consumo. La experiencia de Mercado Pago en millones de transacciones diarias permite identificar patrones de riesgo y reforzar la seguridad sin sacrificar la agilidad en los pagos.
Por su parte, Karen Santos Nossa, Fraud Risk Prevention Lead en Bitso, destacó los desafíos específicos del mundo cripto, donde la innovación tecnológica debe ir acompañada de sólidos esquemas de gestión de riesgo para garantizar que la adopción de activos digitales se dé en un entorno seguro. La visión de Bitso resalta la importancia de combinar tecnología avanzada con educación financiera para generar confianza.
El aporte de Andrés Eduardo Miranda (Banco Pichincha Colombia) y Pilar Pereira (Jumio) puso sobre la mesa la relevancia de la banca tradicional y de las soluciones de identidad digital en este frente. Mientras que el banco trabaja en transformar sus procesos internos para responder a las nuevas dinámicas de pagos inmediatos, Jumio aporta la capa tecnológica de verificación que resulta crítica en un ecosistema interconectado. Finalmente, Catalina Jiménez (Sentidos Comunicaciones) resaltó la importancia de la comunicación clara y la gestión de confianza como un factor transversal en la relación con los usuarios.
El Identity Intelligence Tour en Bogotá cerró con ideas y reflexiones clave sobre el futuro de la seguridad digital y los pagos inmediatos. A lo largo de la jornada, quedó claro que la confianza, la prevención del fraude y la innovación tecnológica no son retos aislados, sino parte de un mismo ecosistema que exige colaboración constante entre Fintechs, bancos, comercios y proveedores de tecnología.
La conversación puso de relieve que, en un entorno donde el eCommerce y el Open Finance ganan protagonismo, la inteligencia en la gestión de identidad se convierte en un habilitador esencial para escalar negocios, proteger usuarios y generar experiencias más seguras y ágiles.
Con este encuentro, Bogotá se sumó a la ruta global del Identity Intelligence Tour, que continuará recorriendo diferentes países para seguir impulsando el debate sobre cómo enfrentar los desafíos de la economía digital y fortalecer la confianza en cada transacción.
El 14 de agosto, Bogotá se convirtió en punto de encuentro para más de 60 líderes del ecosistema financiero y tecnológico durante el Identity Intelligence Tour [Bogotá Edition], una iniciativa de Jumio y Latam Fintech Hub.
El evento marcó un hito en la conversación sobre cómo enfrentar los nuevos desafíos del fraude digital. La premisa fue clara: ya no basta con verificar identidades de manera puntual; en la era de la inteligencia artificial, las empresas, gobiernos y plataformas necesitan avanzar hacia una inteligencia de identidad capaz de comprender, proteger y generar confianza digital desde el primer clic.
Durante la jornada, expertos de Fintechs, bancos, gremios y compañías tecnológicas compartieron perspectivas sobre la evolución del fraude, la transformación digital, la regulación para nuevos jugadores y el papel de la inteligencia artificial en la prevención de riesgos. Todo con un mismo objetivo: repensar cómo construir procesos de identidad más seguros, ágiles y sin fricciones en América Latina.
La apertura estuvo a cargo de María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, quien presentó una radiografía sobre la evolución de los pagos digitales en Colombia y los retos que aún persisten en materia de confianza y seguridad.
Quiñones destacó cómo, desde los primeros pasos con PSE y billeteras móviles como Daviplata, el país ha avanzado hacia una era de inmediatez e interoperabilidad con iniciativas como Transfiya y el próximo sistema de pagos inmediatos del Banco de la República (BRE-B). Estos avances han democratizado el dinero electrónico y abierto la puerta a una mayor inclusión financiera digital.
El diagnóstico también mostró una preferencia creciente por los pagos móviles frente al uso de tarjetas, diferenciando a Colombia de otros países de la región. Sin embargo, el efectivo sigue siendo el medio más utilizado para gastos cotidianos (69,3%), lo que refleja tanto el potencial como los desafíos para la digitalización plena.
Uno de los puntos más sensibles fue el fraude digital, en constante aumento. Según cifras de Asobancaria, los delitos informáticos relacionados con pagos en línea, suplantación y phishing han crecido de manera sostenida, afectando directamente la confianza del usuario.
Frente a esto, Quiñones planteó estrategias antifraude clave:
La conclusión fue clara: la confianza es el activo más importante en los pagos digitales. Proteger al usuario implica no solo tecnología avanzada, sino también educación, regulación efectiva y un esfuerzo conjunto entre industria, gobierno y plataformas digitales.
En su intervención, Jorge Alberto Hernández, editor de ImpactoTIC, planteó una reflexión provocadora: ¿puede la paranoia ser una virtud en un mundo hiperconectado?
Hernández explicó cómo, al igual que la violencia se ha vuelto más accesible y barata, lo mismo ha ocurrido con el fraude digital. Hoy en día, herramientas de bajo costo, kits de malware disponibles en la red e incluso la irrupción de la IA generativa (como FraudGPT) han facilitado la creación de ataques cada vez más sofisticados: desde correos de phishing y deepfakes hasta identidades sintéticas.
El periodista también advirtió sobre la deshumanización del fraude, que al realizarse a distancia pierde contacto directo con la víctima, y sobre la peligrosa normalización cultural del engaño a través del cine y los medios.
Su mensaje de cierre fue claro: frente a un entorno en el que las amenazas evolucionan constantemente, la paranoia —entendida como vigilancia activa— debe convertirse en virtud, adoptando prácticas como Zero Trust, monitoreo constante y educación ética para anticipar y contener el fraude.
Daniela Jaime Peña, directora de Asuntos Regulatorios en Colombia Fintech, compartió una visión estratégica sobre cómo avanza la regulación para neobancos, paytechs y lenders en el país, y su papel como agentes de confianza en la industria financiera. Subrayó que la digitalización de los servicios financieros ha sido posible gracias a la conectividad móvil y a la computación en la nube, lo que ha permitido que más usuarios accedan a servicios a la medida, superando barreras geográficas y mejorando la inclusión.
Uno de los puntos centrales fue el enfoque regulatorio colombiano: en lugar de crear normas aisladas para las Fintech, se ha optado por un marco regulatorio complementario, que adapta la regulación financiera vigente según los avances tecnológicos. Esto ha permitido abrir la puerta a nuevos actores, modernizar el sistema de pagos de bajo valor e impulsar iniciativas clave como las Finanzas Abiertas, sin frenar la innovación.
La experta recalcó que la confianza y la seguridad son la base del crecimiento de la industria Fintech. La protección de datos, especialmente los biométricos, se convierte en un factor crítico para reducir riesgos como el robo de identidad y generar mayor tranquilidad en los usuarios. En este sentido, destacó la evolución de la regulación en materia de tratamiento de datos personales, que busca dar claridad y equilibrio entre innovación y protección al consumidor.
Finalmente, Daniela resaltó avances clave como el Sistema de Pagos Inmediatos (Bre-B), diseñado para garantizar interoperabilidad y pagos 24/7, así como el marco de Open Finance, que busca establecer estándares para el acceso y suministro de datos financieros de manera segura. Ambos esquemas, señaló, serán fundamentales para fortalecer la inclusión financiera, dinamizar la competencia y consolidar a las Fintech como aliados de confianza en el ecosistema digital.
Samer Atassi, vicepresidente para América Latina de Jumio, presentó la conferencia “De la verificación de identidad a la inteligencia de identidad”, donde expuso cómo el auge de la inteligencia artificial generativa ha transformado los retos de seguridad digital. Mostró con ejemplos el crecimiento de los deepfakes, las identidades sintéticas y los ataques de inyección, fenómenos que hoy representan amenazas reales para la industria financiera y que, de acuerdo con estimaciones de Deloitte, podrían generar pérdidas globales de hasta 40 mil millones de dólares en 2027.
Durante su intervención, Atassi explicó que los vectores de fraude se han vuelto cada vez más sofisticados: desde la manipulación de imágenes y firmas digitales hasta ataques basados en morfología facial o en el abuso de dispositivos. Lo más preocupante es que la creación de deepfakes es cada vez más accesible gracias a aplicaciones y software de edición disponibles públicamente, lo que aumenta la urgencia de evolucionar en los mecanismos de protección.
Frente a este panorama, señaló que la verificación de identidad tradicional ya no es suficiente. Los controles únicos deben dar paso a modelos conectados, continuos e inteligentes, que integren múltiples capas de seguridad como la biometría multimodal, la verificación de dispositivos y el análisis de señales de riesgo interconectadas. Casos reales expuestos por Jumio demostraron cómo los estafadores reutilizan dispositivos en múltiples identidades sintéticas o robadas, y cómo la detección temprana basada en inteligencia de identidad puede frenar fraudes masivos.
Finalmente, Atassi resaltó que el futuro de la identidad pasa por la inteligencia de identidad: un enfoque de 360 grados que no solo verifica, sino que monitorea de forma proactiva a los usuarios a lo largo de todo el ciclo de relación. Con millones de identidades conocidas, billones de transacciones procesadas y la integración de señales de riesgo con inteligencia artificial, Jumio busca construir un ecosistema digital de confianza, donde seguridad y experiencia del usuario puedan convivir sin fricciones.
El panel sobre fraude en pagos inmediatos, e-commerce y Open Finance reunió a líderes de distintas verticales del ecosistema financiero y digital en la región. Cada uno, desde su experiencia y rol, ofreció una mirada complementaria sobre los retos que enfrentan las instituciones y empresas en un entorno donde la inmediatez en las transacciones requiere de estrategias más sofisticadas de prevención y confianza.
Marco Toschi, Head de Mercado Pago Colombia en Mercado Libre, compartió la visión de la compañía sobre cómo proteger al usuario final en el comercio electrónico, un sector donde el fraude evoluciona al mismo ritmo que la digitalización del consumo. La experiencia de Mercado Pago en millones de transacciones diarias permite identificar patrones de riesgo y reforzar la seguridad sin sacrificar la agilidad en los pagos.
Por su parte, Karen Santos Nossa, Fraud Risk Prevention Lead en Bitso, destacó los desafíos específicos del mundo cripto, donde la innovación tecnológica debe ir acompañada de sólidos esquemas de gestión de riesgo para garantizar que la adopción de activos digitales se dé en un entorno seguro. La visión de Bitso resalta la importancia de combinar tecnología avanzada con educación financiera para generar confianza.
El aporte de Andrés Eduardo Miranda (Banco Pichincha Colombia) y Pilar Pereira (Jumio) puso sobre la mesa la relevancia de la banca tradicional y de las soluciones de identidad digital en este frente. Mientras que el banco trabaja en transformar sus procesos internos para responder a las nuevas dinámicas de pagos inmediatos, Jumio aporta la capa tecnológica de verificación que resulta crítica en un ecosistema interconectado. Finalmente, Catalina Jiménez (Sentidos Comunicaciones) resaltó la importancia de la comunicación clara y la gestión de confianza como un factor transversal en la relación con los usuarios.
El Identity Intelligence Tour en Bogotá cerró con ideas y reflexiones clave sobre el futuro de la seguridad digital y los pagos inmediatos. A lo largo de la jornada, quedó claro que la confianza, la prevención del fraude y la innovación tecnológica no son retos aislados, sino parte de un mismo ecosistema que exige colaboración constante entre Fintechs, bancos, comercios y proveedores de tecnología.
La conversación puso de relieve que, en un entorno donde el eCommerce y el Open Finance ganan protagonismo, la inteligencia en la gestión de identidad se convierte en un habilitador esencial para escalar negocios, proteger usuarios y generar experiencias más seguras y ágiles.
Con este encuentro, Bogotá se sumó a la ruta global del Identity Intelligence Tour, que continuará recorriendo diferentes países para seguir impulsando el debate sobre cómo enfrentar los desafíos de la economía digital y fortalecer la confianza en cada transacción.
El 14 de agosto, Bogotá se convirtió en punto de encuentro para más de 60 líderes del ecosistema financiero y tecnológico durante el Identity Intelligence Tour [Bogotá Edition], una iniciativa de Jumio y Latam Fintech Hub.
El evento marcó un hito en la conversación sobre cómo enfrentar los nuevos desafíos del fraude digital. La premisa fue clara: ya no basta con verificar identidades de manera puntual; en la era de la inteligencia artificial, las empresas, gobiernos y plataformas necesitan avanzar hacia una inteligencia de identidad capaz de comprender, proteger y generar confianza digital desde el primer clic.
Durante la jornada, expertos de Fintechs, bancos, gremios y compañías tecnológicas compartieron perspectivas sobre la evolución del fraude, la transformación digital, la regulación para nuevos jugadores y el papel de la inteligencia artificial en la prevención de riesgos. Todo con un mismo objetivo: repensar cómo construir procesos de identidad más seguros, ágiles y sin fricciones en América Latina.
La apertura estuvo a cargo de María Fernanda Quiñones, presidente ejecutiva de la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico, quien presentó una radiografía sobre la evolución de los pagos digitales en Colombia y los retos que aún persisten en materia de confianza y seguridad.
Quiñones destacó cómo, desde los primeros pasos con PSE y billeteras móviles como Daviplata, el país ha avanzado hacia una era de inmediatez e interoperabilidad con iniciativas como Transfiya y el próximo sistema de pagos inmediatos del Banco de la República (BRE-B). Estos avances han democratizado el dinero electrónico y abierto la puerta a una mayor inclusión financiera digital.
El diagnóstico también mostró una preferencia creciente por los pagos móviles frente al uso de tarjetas, diferenciando a Colombia de otros países de la región. Sin embargo, el efectivo sigue siendo el medio más utilizado para gastos cotidianos (69,3%), lo que refleja tanto el potencial como los desafíos para la digitalización plena.
Uno de los puntos más sensibles fue el fraude digital, en constante aumento. Según cifras de Asobancaria, los delitos informáticos relacionados con pagos en línea, suplantación y phishing han crecido de manera sostenida, afectando directamente la confianza del usuario.
Frente a esto, Quiñones planteó estrategias antifraude clave:
La conclusión fue clara: la confianza es el activo más importante en los pagos digitales. Proteger al usuario implica no solo tecnología avanzada, sino también educación, regulación efectiva y un esfuerzo conjunto entre industria, gobierno y plataformas digitales.
En su intervención, Jorge Alberto Hernández, editor de ImpactoTIC, planteó una reflexión provocadora: ¿puede la paranoia ser una virtud en un mundo hiperconectado?
Hernández explicó cómo, al igual que la violencia se ha vuelto más accesible y barata, lo mismo ha ocurrido con el fraude digital. Hoy en día, herramientas de bajo costo, kits de malware disponibles en la red e incluso la irrupción de la IA generativa (como FraudGPT) han facilitado la creación de ataques cada vez más sofisticados: desde correos de phishing y deepfakes hasta identidades sintéticas.
El periodista también advirtió sobre la deshumanización del fraude, que al realizarse a distancia pierde contacto directo con la víctima, y sobre la peligrosa normalización cultural del engaño a través del cine y los medios.
Su mensaje de cierre fue claro: frente a un entorno en el que las amenazas evolucionan constantemente, la paranoia —entendida como vigilancia activa— debe convertirse en virtud, adoptando prácticas como Zero Trust, monitoreo constante y educación ética para anticipar y contener el fraude.
Daniela Jaime Peña, directora de Asuntos Regulatorios en Colombia Fintech, compartió una visión estratégica sobre cómo avanza la regulación para neobancos, paytechs y lenders en el país, y su papel como agentes de confianza en la industria financiera. Subrayó que la digitalización de los servicios financieros ha sido posible gracias a la conectividad móvil y a la computación en la nube, lo que ha permitido que más usuarios accedan a servicios a la medida, superando barreras geográficas y mejorando la inclusión.
Uno de los puntos centrales fue el enfoque regulatorio colombiano: en lugar de crear normas aisladas para las Fintech, se ha optado por un marco regulatorio complementario, que adapta la regulación financiera vigente según los avances tecnológicos. Esto ha permitido abrir la puerta a nuevos actores, modernizar el sistema de pagos de bajo valor e impulsar iniciativas clave como las Finanzas Abiertas, sin frenar la innovación.
La experta recalcó que la confianza y la seguridad son la base del crecimiento de la industria Fintech. La protección de datos, especialmente los biométricos, se convierte en un factor crítico para reducir riesgos como el robo de identidad y generar mayor tranquilidad en los usuarios. En este sentido, destacó la evolución de la regulación en materia de tratamiento de datos personales, que busca dar claridad y equilibrio entre innovación y protección al consumidor.
Finalmente, Daniela resaltó avances clave como el Sistema de Pagos Inmediatos (Bre-B), diseñado para garantizar interoperabilidad y pagos 24/7, así como el marco de Open Finance, que busca establecer estándares para el acceso y suministro de datos financieros de manera segura. Ambos esquemas, señaló, serán fundamentales para fortalecer la inclusión financiera, dinamizar la competencia y consolidar a las Fintech como aliados de confianza en el ecosistema digital.
Samer Atassi, vicepresidente para América Latina de Jumio, presentó la conferencia “De la verificación de identidad a la inteligencia de identidad”, donde expuso cómo el auge de la inteligencia artificial generativa ha transformado los retos de seguridad digital. Mostró con ejemplos el crecimiento de los deepfakes, las identidades sintéticas y los ataques de inyección, fenómenos que hoy representan amenazas reales para la industria financiera y que, de acuerdo con estimaciones de Deloitte, podrían generar pérdidas globales de hasta 40 mil millones de dólares en 2027.
Durante su intervención, Atassi explicó que los vectores de fraude se han vuelto cada vez más sofisticados: desde la manipulación de imágenes y firmas digitales hasta ataques basados en morfología facial o en el abuso de dispositivos. Lo más preocupante es que la creación de deepfakes es cada vez más accesible gracias a aplicaciones y software de edición disponibles públicamente, lo que aumenta la urgencia de evolucionar en los mecanismos de protección.
Frente a este panorama, señaló que la verificación de identidad tradicional ya no es suficiente. Los controles únicos deben dar paso a modelos conectados, continuos e inteligentes, que integren múltiples capas de seguridad como la biometría multimodal, la verificación de dispositivos y el análisis de señales de riesgo interconectadas. Casos reales expuestos por Jumio demostraron cómo los estafadores reutilizan dispositivos en múltiples identidades sintéticas o robadas, y cómo la detección temprana basada en inteligencia de identidad puede frenar fraudes masivos.
Finalmente, Atassi resaltó que el futuro de la identidad pasa por la inteligencia de identidad: un enfoque de 360 grados que no solo verifica, sino que monitorea de forma proactiva a los usuarios a lo largo de todo el ciclo de relación. Con millones de identidades conocidas, billones de transacciones procesadas y la integración de señales de riesgo con inteligencia artificial, Jumio busca construir un ecosistema digital de confianza, donde seguridad y experiencia del usuario puedan convivir sin fricciones.
El panel sobre fraude en pagos inmediatos, e-commerce y Open Finance reunió a líderes de distintas verticales del ecosistema financiero y digital en la región. Cada uno, desde su experiencia y rol, ofreció una mirada complementaria sobre los retos que enfrentan las instituciones y empresas en un entorno donde la inmediatez en las transacciones requiere de estrategias más sofisticadas de prevención y confianza.
Marco Toschi, Head de Mercado Pago Colombia en Mercado Libre, compartió la visión de la compañía sobre cómo proteger al usuario final en el comercio electrónico, un sector donde el fraude evoluciona al mismo ritmo que la digitalización del consumo. La experiencia de Mercado Pago en millones de transacciones diarias permite identificar patrones de riesgo y reforzar la seguridad sin sacrificar la agilidad en los pagos.
Por su parte, Karen Santos Nossa, Fraud Risk Prevention Lead en Bitso, destacó los desafíos específicos del mundo cripto, donde la innovación tecnológica debe ir acompañada de sólidos esquemas de gestión de riesgo para garantizar que la adopción de activos digitales se dé en un entorno seguro. La visión de Bitso resalta la importancia de combinar tecnología avanzada con educación financiera para generar confianza.
El aporte de Andrés Eduardo Miranda (Banco Pichincha Colombia) y Pilar Pereira (Jumio) puso sobre la mesa la relevancia de la banca tradicional y de las soluciones de identidad digital en este frente. Mientras que el banco trabaja en transformar sus procesos internos para responder a las nuevas dinámicas de pagos inmediatos, Jumio aporta la capa tecnológica de verificación que resulta crítica en un ecosistema interconectado. Finalmente, Catalina Jiménez (Sentidos Comunicaciones) resaltó la importancia de la comunicación clara y la gestión de confianza como un factor transversal en la relación con los usuarios.
El Identity Intelligence Tour en Bogotá cerró con ideas y reflexiones clave sobre el futuro de la seguridad digital y los pagos inmediatos. A lo largo de la jornada, quedó claro que la confianza, la prevención del fraude y la innovación tecnológica no son retos aislados, sino parte de un mismo ecosistema que exige colaboración constante entre Fintechs, bancos, comercios y proveedores de tecnología.
La conversación puso de relieve que, en un entorno donde el eCommerce y el Open Finance ganan protagonismo, la inteligencia en la gestión de identidad se convierte en un habilitador esencial para escalar negocios, proteger usuarios y generar experiencias más seguras y ágiles.
Con este encuentro, Bogotá se sumó a la ruta global del Identity Intelligence Tour, que continuará recorriendo diferentes países para seguir impulsando el debate sobre cómo enfrentar los desafíos de la economía digital y fortalecer la confianza en cada transacción.