
El retail brasileño vive una carrera silenciosa por la información. La discusión ya no se limita a comprender qué compra el cliente, sino cómo paga —y cuál es su verdadera capacidad financiera—. En este escenario, crece la presión por datos que conecten consumo y finanzas, base para crédito, ofertas y nuevos servicios.
La Rock Encantech, empresa de São Paulo que ya opera uno de los mayores ecosistemas de datos de comportamiento del país, entra con fuerza en esta disputa al adquirir Akropoli, startup catarinense de inteligencia e infraestructura de Open Finance, regulada por el Banco Central.
La operación, cuyo valor no fue revelado, amplía el alcance tecnológico de Rock Encantech y coloca a la empresa en una ruta que combina retail, crédito y pagos. Para los comercios, la promesa es el acceso a una base unificada que cruza el comportamiento de compra, localización e información financiera autorizada por el consumidor —algo que hasta ahora estaba restringido a bancos y Fintechs—.
El movimiento llega ahora porque la combinación de estas bases se volvió viable. Akropoli crece cerca de un 86% mensual en el acceso a datos financieros, una velocidad casi diez veces mayor que el promedio del mercado brasileño.
Por su parte, Rock Encantech monitorea 130 millones de consumidores y procesa más de 1.300 millones de transacciones por año. Juntas, ven una oportunidad para crear “un mercado nuevo”, como lo definen sus fundadores.
“Vimos una oportunidad gigantesca de unir el mundo de los datos de consumo con el de los datos financieros para generar inteligencia”, afirma Paulo Valadares, cofundador de Akropoli junto a Ricardo Toledo. “Este volumen de información disponible va a crear un nuevo paradigma en el mercado”.
Con 84 millones de clientes activos en Open Finance en Brasil, el sector vive su primer momento de masa crítica.
La integración entre Rock y Akropoli busca anticipar casos de uso como evaluación de crédito basada en datos combinados, iniciación de pagos vía Pix dentro del retail y ofertas personalizadas según la capacidad financiera real del comprador.
“La gran visión es tener una lectura holística del cliente y entregar valor que tenga sentido en el momento adecuado”, afirma Ricardo Toledo, cofundador de Akropoli.
“Las personas son bombardeadas con ofertas desalineadas. Cuando unimos ciencia del consumo y datos financieros, encontramos lo que realmente importa para el cliente”, añade.
La trayectoria de Akropoli surge de la experiencia de sus fundadores en el mercado financiero. Valadares desarrolló su carrera en Itaú, en el banco IBI —creado originalmente por C&A para operar servicios financieros— y en Sicredi, donde lideró el área de crédito. En 2020, ya en Florianópolis, comenzó a estudiar el impacto del Open Banking.
El punto de inflexión llegó al percibir que la regulación cambiaría la forma en que bancos y retail evaluarían riesgos y ofrecerían productos. “Cuando regresé de un seminario sobre Open Banking, vi que necesitábamos cambiar totalmente la estrategia. Era un nuevo paradigma”, recuerda. Entonces invitó a Toledo a emprender, una decisión tomada “en 30 segundos”.
Toledo, físico formado en la Unicamp, trabajó en modelación de crédito y riesgo en Unibanco y abrió la operación de tarjetas de Itaú en México, experiencia que define como su “primera startup”.
De vuelta en Brasil, trabajó con programas de fidelización y se integró al ecosistema de innovación de Santa Catarina, participando en foros de Open Finance y creando el evento Fintech Trends.
Akropoli nació con la misión de extraer valor de los datos de Open Finance. La startup participó en LIFT, el laboratorio de innovación regulatoria del Banco Central, y fue finalista del Next–Fenasbac en dos ocasiones. Hoy procesa más de 12 millones de transacciones mensuales.
Rock Encantech operaba en el extremo opuesto: el retail. Con datos de comportamiento, CRM, retail media y analytics, atiende a empresas como Pague Menos, Assaí Atacadista, Arezzo&Co y Livelo. La compañía analiza un GMV anual superior a 310.000 millones de reales en compras identificadas.
La combinación con Akropoli amplía el alcance de Rock hacia las jornadas financieras. La empresa busca ayudar a los comercios a operar servicios típicos de instituciones financieras: crédito, pagos, conciliación y prevención de fraude.
El CEO de Rock, Carlos Formigari, refuerza: “La unión con Akropoli permite integrar información financiera con lo que ya conocemos sobre consumo y territorio. Esto crea nuevas formas de apoyar al retail en la oferta de servicios financieros”.
Akropoli pasa a integrarse al ecosistema Rock Encantech, manteniendo equipo, socios y autonomía operativa. Valadares y Toledo trabajarán en la integración tecnológica y en el avance de productos de Open Finance, IA, seguridad y datos.
Las primeras entregas conjuntas están previstas para el primer semestre de 2026. Ya hay pilotos en marcha para medios de pago dentro del Super App de Rock, conciliación avanzada y antifraude combinando datos de consumo e infraestructura transaccional.
El mayor obstáculo no es solo técnico. Unir comportamiento de compra y vida financiera exige autorización del cliente, claridad de valor y un cambio cultural en el retail, que históricamente opera con márgenes ajustados y aversión al riesgo financiero.
Además, el sector comienza a disputar territorio regulado, donde los bancos tienen décadas de experiencia. Para competir, el retail deberá demostrar que puede equilibrar personalización, seguridad y gobernanza.
Toledo resume el desafío: “La mentalidad de poner al cliente en el centro es lo que determina si estas ofertas tendrán sentido. No es tecnología por tecnología. Es eficiencia y relevancia”.
Para los fundadores, la unión con Rock abre espacio para un nuevo tipo de ecosistema: uno que conecta consumo, territorio y finanzas en una sola capa de inteligencia. Creen que esto puede redefinir el crédito, los precios, los programas de fidelización e incluso la lógica de riesgo en el retail.
“Ahora nuestro esfuerzo está dentro de un ecosistema mayor, con una visión conjunta para crear un nuevo paradigma en el mercado”, concluye Valadares.
El retail brasileño, que ya adoptó Pix y abraza rápidamente todo lo que mejora la conversión, podría ser el próximo terreno de la disrupción financiera.
El retail brasileño vive una carrera silenciosa por la información. La discusión ya no se limita a comprender qué compra el cliente, sino cómo paga —y cuál es su verdadera capacidad financiera—. En este escenario, crece la presión por datos que conecten consumo y finanzas, base para crédito, ofertas y nuevos servicios.
La Rock Encantech, empresa de São Paulo que ya opera uno de los mayores ecosistemas de datos de comportamiento del país, entra con fuerza en esta disputa al adquirir Akropoli, startup catarinense de inteligencia e infraestructura de Open Finance, regulada por el Banco Central.
La operación, cuyo valor no fue revelado, amplía el alcance tecnológico de Rock Encantech y coloca a la empresa en una ruta que combina retail, crédito y pagos. Para los comercios, la promesa es el acceso a una base unificada que cruza el comportamiento de compra, localización e información financiera autorizada por el consumidor —algo que hasta ahora estaba restringido a bancos y Fintechs—.
El movimiento llega ahora porque la combinación de estas bases se volvió viable. Akropoli crece cerca de un 86% mensual en el acceso a datos financieros, una velocidad casi diez veces mayor que el promedio del mercado brasileño.
Por su parte, Rock Encantech monitorea 130 millones de consumidores y procesa más de 1.300 millones de transacciones por año. Juntas, ven una oportunidad para crear “un mercado nuevo”, como lo definen sus fundadores.
“Vimos una oportunidad gigantesca de unir el mundo de los datos de consumo con el de los datos financieros para generar inteligencia”, afirma Paulo Valadares, cofundador de Akropoli junto a Ricardo Toledo. “Este volumen de información disponible va a crear un nuevo paradigma en el mercado”.
Con 84 millones de clientes activos en Open Finance en Brasil, el sector vive su primer momento de masa crítica.
La integración entre Rock y Akropoli busca anticipar casos de uso como evaluación de crédito basada en datos combinados, iniciación de pagos vía Pix dentro del retail y ofertas personalizadas según la capacidad financiera real del comprador.
“La gran visión es tener una lectura holística del cliente y entregar valor que tenga sentido en el momento adecuado”, afirma Ricardo Toledo, cofundador de Akropoli.
“Las personas son bombardeadas con ofertas desalineadas. Cuando unimos ciencia del consumo y datos financieros, encontramos lo que realmente importa para el cliente”, añade.
La trayectoria de Akropoli surge de la experiencia de sus fundadores en el mercado financiero. Valadares desarrolló su carrera en Itaú, en el banco IBI —creado originalmente por C&A para operar servicios financieros— y en Sicredi, donde lideró el área de crédito. En 2020, ya en Florianópolis, comenzó a estudiar el impacto del Open Banking.
El punto de inflexión llegó al percibir que la regulación cambiaría la forma en que bancos y retail evaluarían riesgos y ofrecerían productos. “Cuando regresé de un seminario sobre Open Banking, vi que necesitábamos cambiar totalmente la estrategia. Era un nuevo paradigma”, recuerda. Entonces invitó a Toledo a emprender, una decisión tomada “en 30 segundos”.
Toledo, físico formado en la Unicamp, trabajó en modelación de crédito y riesgo en Unibanco y abrió la operación de tarjetas de Itaú en México, experiencia que define como su “primera startup”.
De vuelta en Brasil, trabajó con programas de fidelización y se integró al ecosistema de innovación de Santa Catarina, participando en foros de Open Finance y creando el evento Fintech Trends.
Akropoli nació con la misión de extraer valor de los datos de Open Finance. La startup participó en LIFT, el laboratorio de innovación regulatoria del Banco Central, y fue finalista del Next–Fenasbac en dos ocasiones. Hoy procesa más de 12 millones de transacciones mensuales.
Rock Encantech operaba en el extremo opuesto: el retail. Con datos de comportamiento, CRM, retail media y analytics, atiende a empresas como Pague Menos, Assaí Atacadista, Arezzo&Co y Livelo. La compañía analiza un GMV anual superior a 310.000 millones de reales en compras identificadas.
La combinación con Akropoli amplía el alcance de Rock hacia las jornadas financieras. La empresa busca ayudar a los comercios a operar servicios típicos de instituciones financieras: crédito, pagos, conciliación y prevención de fraude.
El CEO de Rock, Carlos Formigari, refuerza: “La unión con Akropoli permite integrar información financiera con lo que ya conocemos sobre consumo y territorio. Esto crea nuevas formas de apoyar al retail en la oferta de servicios financieros”.
Akropoli pasa a integrarse al ecosistema Rock Encantech, manteniendo equipo, socios y autonomía operativa. Valadares y Toledo trabajarán en la integración tecnológica y en el avance de productos de Open Finance, IA, seguridad y datos.
Las primeras entregas conjuntas están previstas para el primer semestre de 2026. Ya hay pilotos en marcha para medios de pago dentro del Super App de Rock, conciliación avanzada y antifraude combinando datos de consumo e infraestructura transaccional.
El mayor obstáculo no es solo técnico. Unir comportamiento de compra y vida financiera exige autorización del cliente, claridad de valor y un cambio cultural en el retail, que históricamente opera con márgenes ajustados y aversión al riesgo financiero.
Además, el sector comienza a disputar territorio regulado, donde los bancos tienen décadas de experiencia. Para competir, el retail deberá demostrar que puede equilibrar personalización, seguridad y gobernanza.
Toledo resume el desafío: “La mentalidad de poner al cliente en el centro es lo que determina si estas ofertas tendrán sentido. No es tecnología por tecnología. Es eficiencia y relevancia”.
Para los fundadores, la unión con Rock abre espacio para un nuevo tipo de ecosistema: uno que conecta consumo, territorio y finanzas en una sola capa de inteligencia. Creen que esto puede redefinir el crédito, los precios, los programas de fidelización e incluso la lógica de riesgo en el retail.
“Ahora nuestro esfuerzo está dentro de un ecosistema mayor, con una visión conjunta para crear un nuevo paradigma en el mercado”, concluye Valadares.
El retail brasileño, que ya adoptó Pix y abraza rápidamente todo lo que mejora la conversión, podría ser el próximo terreno de la disrupción financiera.
El retail brasileño vive una carrera silenciosa por la información. La discusión ya no se limita a comprender qué compra el cliente, sino cómo paga —y cuál es su verdadera capacidad financiera—. En este escenario, crece la presión por datos que conecten consumo y finanzas, base para crédito, ofertas y nuevos servicios.
La Rock Encantech, empresa de São Paulo que ya opera uno de los mayores ecosistemas de datos de comportamiento del país, entra con fuerza en esta disputa al adquirir Akropoli, startup catarinense de inteligencia e infraestructura de Open Finance, regulada por el Banco Central.
La operación, cuyo valor no fue revelado, amplía el alcance tecnológico de Rock Encantech y coloca a la empresa en una ruta que combina retail, crédito y pagos. Para los comercios, la promesa es el acceso a una base unificada que cruza el comportamiento de compra, localización e información financiera autorizada por el consumidor —algo que hasta ahora estaba restringido a bancos y Fintechs—.
El movimiento llega ahora porque la combinación de estas bases se volvió viable. Akropoli crece cerca de un 86% mensual en el acceso a datos financieros, una velocidad casi diez veces mayor que el promedio del mercado brasileño.
Por su parte, Rock Encantech monitorea 130 millones de consumidores y procesa más de 1.300 millones de transacciones por año. Juntas, ven una oportunidad para crear “un mercado nuevo”, como lo definen sus fundadores.
“Vimos una oportunidad gigantesca de unir el mundo de los datos de consumo con el de los datos financieros para generar inteligencia”, afirma Paulo Valadares, cofundador de Akropoli junto a Ricardo Toledo. “Este volumen de información disponible va a crear un nuevo paradigma en el mercado”.
Con 84 millones de clientes activos en Open Finance en Brasil, el sector vive su primer momento de masa crítica.
La integración entre Rock y Akropoli busca anticipar casos de uso como evaluación de crédito basada en datos combinados, iniciación de pagos vía Pix dentro del retail y ofertas personalizadas según la capacidad financiera real del comprador.
“La gran visión es tener una lectura holística del cliente y entregar valor que tenga sentido en el momento adecuado”, afirma Ricardo Toledo, cofundador de Akropoli.
“Las personas son bombardeadas con ofertas desalineadas. Cuando unimos ciencia del consumo y datos financieros, encontramos lo que realmente importa para el cliente”, añade.
La trayectoria de Akropoli surge de la experiencia de sus fundadores en el mercado financiero. Valadares desarrolló su carrera en Itaú, en el banco IBI —creado originalmente por C&A para operar servicios financieros— y en Sicredi, donde lideró el área de crédito. En 2020, ya en Florianópolis, comenzó a estudiar el impacto del Open Banking.
El punto de inflexión llegó al percibir que la regulación cambiaría la forma en que bancos y retail evaluarían riesgos y ofrecerían productos. “Cuando regresé de un seminario sobre Open Banking, vi que necesitábamos cambiar totalmente la estrategia. Era un nuevo paradigma”, recuerda. Entonces invitó a Toledo a emprender, una decisión tomada “en 30 segundos”.
Toledo, físico formado en la Unicamp, trabajó en modelación de crédito y riesgo en Unibanco y abrió la operación de tarjetas de Itaú en México, experiencia que define como su “primera startup”.
De vuelta en Brasil, trabajó con programas de fidelización y se integró al ecosistema de innovación de Santa Catarina, participando en foros de Open Finance y creando el evento Fintech Trends.
Akropoli nació con la misión de extraer valor de los datos de Open Finance. La startup participó en LIFT, el laboratorio de innovación regulatoria del Banco Central, y fue finalista del Next–Fenasbac en dos ocasiones. Hoy procesa más de 12 millones de transacciones mensuales.
Rock Encantech operaba en el extremo opuesto: el retail. Con datos de comportamiento, CRM, retail media y analytics, atiende a empresas como Pague Menos, Assaí Atacadista, Arezzo&Co y Livelo. La compañía analiza un GMV anual superior a 310.000 millones de reales en compras identificadas.
La combinación con Akropoli amplía el alcance de Rock hacia las jornadas financieras. La empresa busca ayudar a los comercios a operar servicios típicos de instituciones financieras: crédito, pagos, conciliación y prevención de fraude.
El CEO de Rock, Carlos Formigari, refuerza: “La unión con Akropoli permite integrar información financiera con lo que ya conocemos sobre consumo y territorio. Esto crea nuevas formas de apoyar al retail en la oferta de servicios financieros”.
Akropoli pasa a integrarse al ecosistema Rock Encantech, manteniendo equipo, socios y autonomía operativa. Valadares y Toledo trabajarán en la integración tecnológica y en el avance de productos de Open Finance, IA, seguridad y datos.
Las primeras entregas conjuntas están previstas para el primer semestre de 2026. Ya hay pilotos en marcha para medios de pago dentro del Super App de Rock, conciliación avanzada y antifraude combinando datos de consumo e infraestructura transaccional.
El mayor obstáculo no es solo técnico. Unir comportamiento de compra y vida financiera exige autorización del cliente, claridad de valor y un cambio cultural en el retail, que históricamente opera con márgenes ajustados y aversión al riesgo financiero.
Además, el sector comienza a disputar territorio regulado, donde los bancos tienen décadas de experiencia. Para competir, el retail deberá demostrar que puede equilibrar personalización, seguridad y gobernanza.
Toledo resume el desafío: “La mentalidad de poner al cliente en el centro es lo que determina si estas ofertas tendrán sentido. No es tecnología por tecnología. Es eficiencia y relevancia”.
Para los fundadores, la unión con Rock abre espacio para un nuevo tipo de ecosistema: uno que conecta consumo, territorio y finanzas en una sola capa de inteligencia. Creen que esto puede redefinir el crédito, los precios, los programas de fidelización e incluso la lógica de riesgo en el retail.
“Ahora nuestro esfuerzo está dentro de un ecosistema mayor, con una visión conjunta para crear un nuevo paradigma en el mercado”, concluye Valadares.
El retail brasileño, que ya adoptó Pix y abraza rápidamente todo lo que mejora la conversión, podría ser el próximo terreno de la disrupción financiera.