
Sebastián Kreis es cofundador de Xepelin, una startup chilena que ofrece servicios financieros y herramientas basadas en IA para las pymes de América Latina. Desde su lanzamiento en 2019, Xepelin ha recaudado más de US$300 millones, combinando capital y deuda.
La empresa atiende a más de 70.000 clientes y ha otorgado más de US$7.000 millones en financiamiento en los últimos cuatro años. Opera en Chile y México.
Antes de Xepelin, Sebastián trabajó en finanzas y cofundó otra startup. Tiene un MBA de la Universidad de California, Berkeley.
Porque los actores tradicionales no las conocen, ni quieren expandirse más allá de su base de clientes más rentable y con mayor poder adquisitivo. Los incumbentes no ven sentido en aventurarse en un segmento más pequeño, donde los datos para evaluar riesgo crediticio son escasos. Como resultado, muchas pymes latinoamericanas siguen excluidas del acceso a préstamos u otros tipos de financiamiento.
Mencioné el problema de los datos. Permíteme profundizar. Las pymes en Latinoamérica no han adoptado la ola del SaaS. Manejan sus negocios mayoritariamente con papel y lápiz, o con tecnología muy rudimentaria. Incluso un banco innovador tendría dificultades para evaluar con confianza a empresas así.
La adopción tecnológica suele comenzar en B2C, antes de llegar a B2B. Los consumidores latinoamericanos usan Netflix, Uber… Pero las pymes aún no se han subido al tren digital. Sin embargo, una vez que lo hacen, esos productos B2B tienden a mantenerse porque se integran al flujo de trabajo de las empresas. Esto no pasa con el B2C, donde los consumidores cambian fácilmente de producto.
En términos de adopción digital, yo diría que las pymes mexicanas están hoy donde estaban las pymes estadounidenses a comienzos de los años 2000.
Sebastián Kreis es cofundador de Xepelin, una startup chilena que ofrece servicios financieros y herramientas basadas en IA para las pymes de América Latina. Desde su lanzamiento en 2019, Xepelin ha recaudado más de US$300 millones, combinando capital y deuda.
La empresa atiende a más de 70.000 clientes y ha otorgado más de US$7.000 millones en financiamiento en los últimos cuatro años. Opera en Chile y México.
Antes de Xepelin, Sebastián trabajó en finanzas y cofundó otra startup. Tiene un MBA de la Universidad de California, Berkeley.
Porque los actores tradicionales no las conocen, ni quieren expandirse más allá de su base de clientes más rentable y con mayor poder adquisitivo. Los incumbentes no ven sentido en aventurarse en un segmento más pequeño, donde los datos para evaluar riesgo crediticio son escasos. Como resultado, muchas pymes latinoamericanas siguen excluidas del acceso a préstamos u otros tipos de financiamiento.
Mencioné el problema de los datos. Permíteme profundizar. Las pymes en Latinoamérica no han adoptado la ola del SaaS. Manejan sus negocios mayoritariamente con papel y lápiz, o con tecnología muy rudimentaria. Incluso un banco innovador tendría dificultades para evaluar con confianza a empresas así.
La adopción tecnológica suele comenzar en B2C, antes de llegar a B2B. Los consumidores latinoamericanos usan Netflix, Uber… Pero las pymes aún no se han subido al tren digital. Sin embargo, una vez que lo hacen, esos productos B2B tienden a mantenerse porque se integran al flujo de trabajo de las empresas. Esto no pasa con el B2C, donde los consumidores cambian fácilmente de producto.
En términos de adopción digital, yo diría que las pymes mexicanas están hoy donde estaban las pymes estadounidenses a comienzos de los años 2000.
Sebastián Kreis es cofundador de Xepelin, una startup chilena que ofrece servicios financieros y herramientas basadas en IA para las pymes de América Latina. Desde su lanzamiento en 2019, Xepelin ha recaudado más de US$300 millones, combinando capital y deuda.
La empresa atiende a más de 70.000 clientes y ha otorgado más de US$7.000 millones en financiamiento en los últimos cuatro años. Opera en Chile y México.
Antes de Xepelin, Sebastián trabajó en finanzas y cofundó otra startup. Tiene un MBA de la Universidad de California, Berkeley.
Porque los actores tradicionales no las conocen, ni quieren expandirse más allá de su base de clientes más rentable y con mayor poder adquisitivo. Los incumbentes no ven sentido en aventurarse en un segmento más pequeño, donde los datos para evaluar riesgo crediticio son escasos. Como resultado, muchas pymes latinoamericanas siguen excluidas del acceso a préstamos u otros tipos de financiamiento.
Mencioné el problema de los datos. Permíteme profundizar. Las pymes en Latinoamérica no han adoptado la ola del SaaS. Manejan sus negocios mayoritariamente con papel y lápiz, o con tecnología muy rudimentaria. Incluso un banco innovador tendría dificultades para evaluar con confianza a empresas así.
La adopción tecnológica suele comenzar en B2C, antes de llegar a B2B. Los consumidores latinoamericanos usan Netflix, Uber… Pero las pymes aún no se han subido al tren digital. Sin embargo, una vez que lo hacen, esos productos B2B tienden a mantenerse porque se integran al flujo de trabajo de las empresas. Esto no pasa con el B2C, donde los consumidores cambian fácilmente de producto.
En términos de adopción digital, yo diría que las pymes mexicanas están hoy donde estaban las pymes estadounidenses a comienzos de los años 2000.