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En un mundo donde el celular es una extensión del cuerpo no sorprende que también esté transformando los pagos.
En la región, las pymes representan el 99,5% del total de compañías, según la OCDE. Sin embargo, muchas aún operan de forma informal y con baja digitalización, lo que limita su acceso a pagos modernos y servicios financieros.
Esta realidad convierte al SoftPOS en una herramienta estratégica para ampliar la aceptación de pagos electrónicos, reducir el uso de efectivo y promover la inclusión financiera, en un entorno donde la movilidad, la informalidad y los bajos costos son clave. Por otro lado, el beneficio para las entidades financieras está en escalar su red de comercios con tecnología que integra pagos, datos y servicios. Además, el SoftPOS permite llegar a zonas donde los terminales físicos no son viables y brinda una experiencia de pago ágil y conectada. Para gobiernos, operadores de transporte y negocios informales, representa una vía eficaz para formalizar cobros, emitir recibos electrónicos y capturar datos en tiempo real.
En la región, actores como BPC acompañan a bancos y fintechs en el despliegue de soluciones modernas que no solo procesan pagos, sino que convierten el punto de venta en una verdadera plataforma de negocio.
“No todos los proveedores tecnológicos están prepara- dos para este reto: el SoftPOS exige integrar servicios de valor como gestión de inventarios, programas de lealtad e integración contable. BPC, reconocido en la región por sus soluciones de adquirencia digital, ofrece esta combinación de conveniencia, tecnología robusta y capacidades listas para escalar”, comenta Mariflor Alice, directora regional de Servicios de Procesamiento y Atención al Cliente en BPC.
Agrega que en este nuevo entorno, donde el punto de venta deja de ser un dispositivo físico para convertirse en una experiencia integrada dentro del teléfono del comerciante, “el desafío no está solo en procesar pagos, sino en construir ecosistemas sostenibles que conecten datos, usuarios y servicios de valor, porque en la era del Sof- tPOS, el terminal es solo el comienzo”.
En un mundo donde el celular es una extensión del cuerpo no sorprende que también esté transformando los pagos.
En la región, las pymes representan el 99,5% del total de compañías, según la OCDE. Sin embargo, muchas aún operan de forma informal y con baja digitalización, lo que limita su acceso a pagos modernos y servicios financieros.
Esta realidad convierte al SoftPOS en una herramienta estratégica para ampliar la aceptación de pagos electrónicos, reducir el uso de efectivo y promover la inclusión financiera, en un entorno donde la movilidad, la informalidad y los bajos costos son clave. Por otro lado, el beneficio para las entidades financieras está en escalar su red de comercios con tecnología que integra pagos, datos y servicios. Además, el SoftPOS permite llegar a zonas donde los terminales físicos no son viables y brinda una experiencia de pago ágil y conectada. Para gobiernos, operadores de transporte y negocios informales, representa una vía eficaz para formalizar cobros, emitir recibos electrónicos y capturar datos en tiempo real.
En la región, actores como BPC acompañan a bancos y fintechs en el despliegue de soluciones modernas que no solo procesan pagos, sino que convierten el punto de venta en una verdadera plataforma de negocio.
“No todos los proveedores tecnológicos están prepara- dos para este reto: el SoftPOS exige integrar servicios de valor como gestión de inventarios, programas de lealtad e integración contable. BPC, reconocido en la región por sus soluciones de adquirencia digital, ofrece esta combinación de conveniencia, tecnología robusta y capacidades listas para escalar”, comenta Mariflor Alice, directora regional de Servicios de Procesamiento y Atención al Cliente en BPC.
Agrega que en este nuevo entorno, donde el punto de venta deja de ser un dispositivo físico para convertirse en una experiencia integrada dentro del teléfono del comerciante, “el desafío no está solo en procesar pagos, sino en construir ecosistemas sostenibles que conecten datos, usuarios y servicios de valor, porque en la era del Sof- tPOS, el terminal es solo el comienzo”.
En un mundo donde el celular es una extensión del cuerpo no sorprende que también esté transformando los pagos.
En la región, las pymes representan el 99,5% del total de compañías, según la OCDE. Sin embargo, muchas aún operan de forma informal y con baja digitalización, lo que limita su acceso a pagos modernos y servicios financieros.
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Agrega que en este nuevo entorno, donde el punto de venta deja de ser un dispositivo físico para convertirse en una experiencia integrada dentro del teléfono del comerciante, “el desafío no está solo en procesar pagos, sino en construir ecosistemas sostenibles que conecten datos, usuarios y servicios de valor, porque en la era del Sof- tPOS, el terminal es solo el comienzo”.
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