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Las tarjetas no son solo un medio de pago: representan una gran oportunidad de negocio. En este marco, hoy empresas de cualquier industria pueden lanzar sus propias tarjetas o migrar a tecnología moderna para ofrecer experiencias superiores.
En la actualidad, bancos, fintechs, retailers y compañías de viajes ya aprovechan los beneficios de contar con tarjetas propias. Estas no solo elevan la satisfacción del usuario con soluciones completas y diferenciadas, sino que también fortalecen la fidelización. Además, abren nuevas fuentes de ingresos en un mercado global valuado en 4.7 trillones de dólares, con un crecimiento anual compuesto (CAGR) del 6.8%, según CoinLaw. También impulsan la inclusión financiera al atraer a personas sin acceso previo al crédito.
Los proveedores de emisión, procesamiento y gestión de tarjetas ofrecen hoy infraestructura en la nube y soluciones flexibles. Gracias a ello, las organizaciones pueden lanzar productos en tiempo récord o migrar desde sistemas heredados con facilidad.
Existen casos de uso que están transformando el ecosistema de pagos. Los más claros: bancos y fintechs.
La emisión de tarjetas con infraestructura escalable y cloud-native permite modernizar a los bancos tradicionales. Estas instituciones enfrentan el reto de actualizar su tecnología para ofrecer experiencias ágiles y mantenerse competitivas frente a nuevas propuestas del mercado.
Hoy, gracias a soluciones modernas, pueden migrar a plataformas en la nube que reducen costos y tiempos, a la vez que mejoran la seguridad y la experiencia del usuario. Esto les permite emitir tarjetas en menos tiempo y escalar rápidamente a nuevos mercados.
Un ejemplo destacado es Lulo Bank, el primer banco 100% digital de Colombia. En solo cuatro meses lanzó su negocio de tarjetas y ahora puede procesar 55 millones de transacciones diarias. Ofrece tarjetas virtuales y físicas con una experiencia totalmente digital y segura, respaldada por tokenización, 3D Secure y CVV dinámico.
Las fintechs destacan por lanzar productos financieros innovadores con rapidez, apoyadas en tecnología flexible y basada en APIs. Diseñan soluciones disruptivas que requieren llegar al mercado con un rápido time-to-market para captar usuarios y crecer.
Para lograrlo, buscan partners tecnológicos que las asesoren y les den acceso a infraestructura robusta. Así, pueden ofrecer desde tarjetas de débito, crédito, o prepagas adaptables a programas crypto, multycurrency o corporativos.
Un referente es Stori, unicornio mexicano que busca democratizar el acceso a servicios financieros para quienes están fuera del sistema tradicional. Migró su cartera a una solución de emisión y procesamiento de última generación sin afectar la experiencia del cliente. Además, expandió operaciones a Colombia con una sola integración y ya emitió más de 2.8 millones de tarjetas.
Cada industria tiene oportunidades únicas para crecer a través de programas de tarjetas. Con la infraestructura adecuada, estos programas no solo se convierten en una nueva fuente de ingresos, sino también en una herramienta de innovación que acelera la inclusión financiera, fortalece la relación con los clientes y abre la puerta a nuevos mercados.
Para lograrlo, resulta clave contar con plataformas tecnológicas API-first y cloud-native que permitan a bancos, fintech y empresas de distintos sectores lanzar o migrar sus programas de tarjetas con rapidez y seguridad. Este tipo de soluciones posibilita emitir tarjetas físicas y virtuales en tiempo récord, reducir costos, incrementar la seguridad y escalar las operaciones sin fricciones.
De esta manera, los programas de tarjetas pueden transformarse en una verdadera palanca de crecimiento y competitividad en el ecosistema financiero de México y América Latina.
Las tarjetas no son solo un medio de pago: representan una gran oportunidad de negocio. En este marco, hoy empresas de cualquier industria pueden lanzar sus propias tarjetas o migrar a tecnología moderna para ofrecer experiencias superiores.
En la actualidad, bancos, fintechs, retailers y compañías de viajes ya aprovechan los beneficios de contar con tarjetas propias. Estas no solo elevan la satisfacción del usuario con soluciones completas y diferenciadas, sino que también fortalecen la fidelización. Además, abren nuevas fuentes de ingresos en un mercado global valuado en 4.7 trillones de dólares, con un crecimiento anual compuesto (CAGR) del 6.8%, según CoinLaw. También impulsan la inclusión financiera al atraer a personas sin acceso previo al crédito.
Los proveedores de emisión, procesamiento y gestión de tarjetas ofrecen hoy infraestructura en la nube y soluciones flexibles. Gracias a ello, las organizaciones pueden lanzar productos en tiempo récord o migrar desde sistemas heredados con facilidad.
Existen casos de uso que están transformando el ecosistema de pagos. Los más claros: bancos y fintechs.
La emisión de tarjetas con infraestructura escalable y cloud-native permite modernizar a los bancos tradicionales. Estas instituciones enfrentan el reto de actualizar su tecnología para ofrecer experiencias ágiles y mantenerse competitivas frente a nuevas propuestas del mercado.
Hoy, gracias a soluciones modernas, pueden migrar a plataformas en la nube que reducen costos y tiempos, a la vez que mejoran la seguridad y la experiencia del usuario. Esto les permite emitir tarjetas en menos tiempo y escalar rápidamente a nuevos mercados.
Un ejemplo destacado es Lulo Bank, el primer banco 100% digital de Colombia. En solo cuatro meses lanzó su negocio de tarjetas y ahora puede procesar 55 millones de transacciones diarias. Ofrece tarjetas virtuales y físicas con una experiencia totalmente digital y segura, respaldada por tokenización, 3D Secure y CVV dinámico.
Las fintechs destacan por lanzar productos financieros innovadores con rapidez, apoyadas en tecnología flexible y basada en APIs. Diseñan soluciones disruptivas que requieren llegar al mercado con un rápido time-to-market para captar usuarios y crecer.
Para lograrlo, buscan partners tecnológicos que las asesoren y les den acceso a infraestructura robusta. Así, pueden ofrecer desde tarjetas de débito, crédito, o prepagas adaptables a programas crypto, multycurrency o corporativos.
Un referente es Stori, unicornio mexicano que busca democratizar el acceso a servicios financieros para quienes están fuera del sistema tradicional. Migró su cartera a una solución de emisión y procesamiento de última generación sin afectar la experiencia del cliente. Además, expandió operaciones a Colombia con una sola integración y ya emitió más de 2.8 millones de tarjetas.
Cada industria tiene oportunidades únicas para crecer a través de programas de tarjetas. Con la infraestructura adecuada, estos programas no solo se convierten en una nueva fuente de ingresos, sino también en una herramienta de innovación que acelera la inclusión financiera, fortalece la relación con los clientes y abre la puerta a nuevos mercados.
Para lograrlo, resulta clave contar con plataformas tecnológicas API-first y cloud-native que permitan a bancos, fintech y empresas de distintos sectores lanzar o migrar sus programas de tarjetas con rapidez y seguridad. Este tipo de soluciones posibilita emitir tarjetas físicas y virtuales en tiempo récord, reducir costos, incrementar la seguridad y escalar las operaciones sin fricciones.
De esta manera, los programas de tarjetas pueden transformarse en una verdadera palanca de crecimiento y competitividad en el ecosistema financiero de México y América Latina.
Las tarjetas no son solo un medio de pago: representan una gran oportunidad de negocio. En este marco, hoy empresas de cualquier industria pueden lanzar sus propias tarjetas o migrar a tecnología moderna para ofrecer experiencias superiores.
En la actualidad, bancos, fintechs, retailers y compañías de viajes ya aprovechan los beneficios de contar con tarjetas propias. Estas no solo elevan la satisfacción del usuario con soluciones completas y diferenciadas, sino que también fortalecen la fidelización. Además, abren nuevas fuentes de ingresos en un mercado global valuado en 4.7 trillones de dólares, con un crecimiento anual compuesto (CAGR) del 6.8%, según CoinLaw. También impulsan la inclusión financiera al atraer a personas sin acceso previo al crédito.
Los proveedores de emisión, procesamiento y gestión de tarjetas ofrecen hoy infraestructura en la nube y soluciones flexibles. Gracias a ello, las organizaciones pueden lanzar productos en tiempo récord o migrar desde sistemas heredados con facilidad.
Existen casos de uso que están transformando el ecosistema de pagos. Los más claros: bancos y fintechs.
La emisión de tarjetas con infraestructura escalable y cloud-native permite modernizar a los bancos tradicionales. Estas instituciones enfrentan el reto de actualizar su tecnología para ofrecer experiencias ágiles y mantenerse competitivas frente a nuevas propuestas del mercado.
Hoy, gracias a soluciones modernas, pueden migrar a plataformas en la nube que reducen costos y tiempos, a la vez que mejoran la seguridad y la experiencia del usuario. Esto les permite emitir tarjetas en menos tiempo y escalar rápidamente a nuevos mercados.
Un ejemplo destacado es Lulo Bank, el primer banco 100% digital de Colombia. En solo cuatro meses lanzó su negocio de tarjetas y ahora puede procesar 55 millones de transacciones diarias. Ofrece tarjetas virtuales y físicas con una experiencia totalmente digital y segura, respaldada por tokenización, 3D Secure y CVV dinámico.
Las fintechs destacan por lanzar productos financieros innovadores con rapidez, apoyadas en tecnología flexible y basada en APIs. Diseñan soluciones disruptivas que requieren llegar al mercado con un rápido time-to-market para captar usuarios y crecer.
Para lograrlo, buscan partners tecnológicos que las asesoren y les den acceso a infraestructura robusta. Así, pueden ofrecer desde tarjetas de débito, crédito, o prepagas adaptables a programas crypto, multycurrency o corporativos.
Un referente es Stori, unicornio mexicano que busca democratizar el acceso a servicios financieros para quienes están fuera del sistema tradicional. Migró su cartera a una solución de emisión y procesamiento de última generación sin afectar la experiencia del cliente. Además, expandió operaciones a Colombia con una sola integración y ya emitió más de 2.8 millones de tarjetas.
Cada industria tiene oportunidades únicas para crecer a través de programas de tarjetas. Con la infraestructura adecuada, estos programas no solo se convierten en una nueva fuente de ingresos, sino también en una herramienta de innovación que acelera la inclusión financiera, fortalece la relación con los clientes y abre la puerta a nuevos mercados.
Para lograrlo, resulta clave contar con plataformas tecnológicas API-first y cloud-native que permitan a bancos, fintech y empresas de distintos sectores lanzar o migrar sus programas de tarjetas con rapidez y seguridad. Este tipo de soluciones posibilita emitir tarjetas físicas y virtuales en tiempo récord, reducir costos, incrementar la seguridad y escalar las operaciones sin fricciones.
De esta manera, los programas de tarjetas pueden transformarse en una verdadera palanca de crecimiento y competitividad en el ecosistema financiero de México y América Latina.