El proceso disruptivo de pagos y la ola de inversiones fintech. Para mí, estas fueron las dos tendencias más resaltantes, cuando miro hacia atrás en el 2019.
En pagos, a lo largo de América Latina, las fuerzas del mercado y los proyectos regulatorios están cambiando la forma en que el dinero fluye a través de la economía. La apuesta de México por CoDi y el movimiento de Brasil hacia pagos instantáneos fueron los desarrollos más llamativos en esta área. Pero había mucho más además de esto.
Los adquirientes de Brasil comenzaron a dedicarse a los préstamos, el mercado de pagos de Chile fue reestructurado fundamentalmente, los jugadores argentinos se disputaron el espacio con códigos QR. En el Caribe Oriental, el banco central comenzó a trabajar en una moneda digital – una primicia mundial. La competencia de pagos fronterizos comenzó a calentarse y los bancos están probando herramientas de pagos basados en blockchain.
Yo no espero que el ritmo disminuya el año que viene. En particular, ya se están desarrollando cambios interesantes en los sistemas de pagos de Colombia y Perú. Te mantendremos al tanto.
La otra tendencia importante ha sido la avalancha de capital para la industria de startups fintech. Es algo que se ha estado construyendo durante algunos años, pero este año el megafondo anunciado por Softbank realmente catapultó la tecnología financiera de América Latina al primer nivel mundial. Las grandes inversiones para las fintech de Latinoamérica como Creditas, Neon y Nubank son parte de esta tendencia. De igual manera, estamos avisorando nuevas oportunidades para los inversores de deuda en fintechs de la región.
Thiago Paiva ha estado catalogando los desarrollos de esta tendencia en su mensual Panorama Fintech, y lanzamos el iupana Fintech Tracker en respuesta a la creciente demanda de información detallada sobre las nuevas empresas de fintech en Latinoamérica.
En el año 2020, la introducción de nuevas regulaciones de banca abierta podrían ser lo más impactante para el mercado, sobre todo en México y Brasil. En ambos países, la regulación hará que los bancos vuelvan a pensar sus modelos competitivos, y las startups obtengan un impulso más fuerte.
El proceso disruptivo de pagos y la ola de inversiones fintech. Para mí, estas fueron las dos tendencias más resaltantes, cuando miro hacia atrás en el 2019.
En pagos, a lo largo de América Latina, las fuerzas del mercado y los proyectos regulatorios están cambiando la forma en que el dinero fluye a través de la economía. La apuesta de México por CoDi y el movimiento de Brasil hacia pagos instantáneos fueron los desarrollos más llamativos en esta área. Pero había mucho más además de esto.
Los adquirientes de Brasil comenzaron a dedicarse a los préstamos, el mercado de pagos de Chile fue reestructurado fundamentalmente, los jugadores argentinos se disputaron el espacio con códigos QR. En el Caribe Oriental, el banco central comenzó a trabajar en una moneda digital – una primicia mundial. La competencia de pagos fronterizos comenzó a calentarse y los bancos están probando herramientas de pagos basados en blockchain.
Yo no espero que el ritmo disminuya el año que viene. En particular, ya se están desarrollando cambios interesantes en los sistemas de pagos de Colombia y Perú. Te mantendremos al tanto.
La otra tendencia importante ha sido la avalancha de capital para la industria de startups fintech. Es algo que se ha estado construyendo durante algunos años, pero este año el megafondo anunciado por Softbank realmente catapultó la tecnología financiera de América Latina al primer nivel mundial. Las grandes inversiones para las fintech de Latinoamérica como Creditas, Neon y Nubank son parte de esta tendencia. De igual manera, estamos avisorando nuevas oportunidades para los inversores de deuda en fintechs de la región.
Thiago Paiva ha estado catalogando los desarrollos de esta tendencia en su mensual Panorama Fintech, y lanzamos el iupana Fintech Tracker en respuesta a la creciente demanda de información detallada sobre las nuevas empresas de fintech en Latinoamérica.
En el año 2020, la introducción de nuevas regulaciones de banca abierta podrían ser lo más impactante para el mercado, sobre todo en México y Brasil. En ambos países, la regulación hará que los bancos vuelvan a pensar sus modelos competitivos, y las startups obtengan un impulso más fuerte.